Los dirigentes de la entidad y los agentes del defensa están teniendo desde la semana pasada contactos para dibujar el que podría ser un nuevo contrato para el portugués. Aunque no hay prisas porque a Carriço le queda un año más de vinculación, en la dirección deportiva del Sevilla han entendido que lo más sensato era hacerle ver al futbolista que cuentan con él de cara al futuro, tal y como se le comunicó al entorno del jugador hace unos días. La otra fórmula, con contrato hasta el 30 de junio de 2020, sería la de venderlo para que no se marche libre, algo que a priori, y teniendo en cuenta los movimientos de la entidad sevillista, no se contempla.