Sergio Rico (23 años) siempre fue hincha del Sevilla. Se crió y vive en Montequinto, barrio a tiro de piedra de la ciudad deportiva sevillista; en el laboratorio de talentos aprendió el oficio de guardarredes a su estilo: trabajando y dejando tiras de pellejo en cada vuelo. Sergio Rico lleva tres años consecutivos como dueño de la portería nervionense, pero no condujo por autopista. Sin emitir queja, siente las cuchillas de la presión de los aficionados sobre su cogote. Internacional y cotizado, Sergio lucha por cumplir su gran sueño: ser profeta en su casa.