. «Fue un acto lamentable. Y muy feo. Deja a cualquiera abatido. Mi familia, tanto la que está en Brasil como la de aquí en España, se encuentra triste y preocupada. Cuando me fui del campo, sólo me lamentaba por la expulsión y no me di cuenta, aunque luego me lo dijeron mis amigos», confesaba el ex del Saint-Étienne, satisfecho porque el acto en sí haya salido a la luz: «Es bueno que esto tenga mucha repercusión para que se tome alguna medida. Todos nosotros somos iguales. El color de piel no cambia nada».