Aquella promoción ocupa un lugar de privilegio en la memoria de Monchi. Él defendió la portería sevillista en los que fueron sus dos últimos partidos oficiales bajo palos, pues, una vez conseguido el ascenso, decidió colgar los guantes. La fotografía del once sevillista que guarda en su casa acredita la importancia de este capítulo en su carrera. «Es de los partidos que más recuerdos tengo. Posiblemente es uno de los momentos más gratos e importantes de mi carrera, porque, aunque conseguí clasificaciones europeas con el Sevilla, en esta ocasión fui titular y me considero más partícipe del éxito.