La frase el valor, se le supone la utilizan algunos mayores ante individuos que ofrecen dudas sobre su rendimiento. Puede ser el caso de Dabbur, quien puso toda la voluntad del mundo en su primera titularidad, pero el bajo nivel del rival impide saber si esa promesa de valor puede ser calificado con algo más que un se le supone… El internacional israelí ha sido el inspirador de un movimiento popular dentro de la afición sevillista en pro de su titularidad. Y parece que tanta presión le pudo pesar a la hora de ejecutar la suerte suprema del gol. Porque el delantero del Sevilla, el poseedor del dorsal 9, tuvo varias ocasiones para haber horadado la portería contraria y responder así a tanto cariño popular, pero no pudo ser. Dabbur realizó buenos movimientos. Participó en acciones al primer toque, en paredes, ofreciéndose a De Jong, con movimientos bien intencionados. Pero no logró su propósito: cantar gol y contar para Lopetegui.