El Sevilla quiere conseguir plaza Champions. Lleva toda la temporada entre los cuatro primeros y peleará en los seis partidos que le restan por seguir manteniendo esa posición de privilegio. La entidad siempre se sacude la presión alegando que más que un objetivo es una aspiración, siendo obligatorio siempre el entrar en Europa. Las dos peleas van a estar disputadas, sobre todo por demérito del propio club andaluz, quien no es capaz de enganchar una buena racha de resultados -como sus rivales- para despedirse definitivamente de sus perseguidores. Frente al Valladolid evidenció los defectos que lleva arrastrando todo el curso. Su juego previsible lo atenaza ante rivales ordenados, sobre todo jugando en Nervión. Lo fía todo a un centro de Navas desde el costado o a una genialidad de Ocampos. Un Sevilla en Champions podría aspirar a ese ‘9’ que no tiene y tanto necesita. Tiene la meta muy cerca, en esta carrera de sacos por la Champions donde cualquiera puede tropezar antes de cruzarla.