Historias del viejo Sánchez-Pizjuán: una capilla y un calabozo

Tal y como ha podido indagar ElDesmarque, en colaboración con el Área de Historia del club, el Sánchez-Pizjuán recoge una historia muy peculiar. Entre todas sus modificaciones, existieron dos aposentos muy especiales. Calabozo y capilla. Del infierno al cielo. Hace ya casi cuatro décadas el Sánchez-Pizjuán contó con un lugar muy peculiar. Ese no fue otro que un calabozo. Por aquel entonces, «todos los recintos públicos solían tener este tipo de habilitación habilitada al efecto, de dimensiones muy reducidas. Se sabe que ese habitáculo se construyó para el Mundial 82, en cumplimiento con la normativa de la época», explica Carlos Romero, del Área de Historia de la entidad.

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