Que a comienzos ya de octubre, que Julen Lopetegui ofrezca listas de convocados de 21 ó 22 jugadores muchas veces y que nunca quepa el israelí, sólo en los partidos de la basura de la Europa League, y para al final jugar cinco minutos mal contados, es una falta de respeto que en un jugador de carácter acabaría incluso con palabras gruesas. No hay explicación deportiva coherente posible, porque ningún jugador del mundo, Dabbur tampoco, puede ofrecer menos rendimiento que De Jong o Rony Lopes, y uno de ellos es titularísimo y el otro, hasta en plan fiasco, ha tenido alguna oportunidad y el técnico lo trata de meter en la película cada vez que se olvida de lo malísimo que es o está. Así que o Dabbur le toma el pelo al entrenador en cada entrenamiento y le cuestiona su autoridad, en definitiva, que le falta al respeto todos los días, o lo que pasa es justo lo contrario.