El miedo a perder un botín importante, tan deseado como difícil de conseguir, sigue persiguiendo a un Sevilla que aún no ha mostrado una buena cara ante los equipos potentes del campeonato, esos rivales históricos que se le suelen atragantar a los andaluces, con especial crudeza cuando el equipo juega lejos del calor de su gente. La espantosa racha tiene una excelente explicación en el duelo de Mestalla. Adelantarse en el marcador, ante un rival desquiciado por las ausencias y el arbitraje, y dejarle entrar en el partido sólo con el corazón. Otra vez, como hace justo un año. Un canguelo histórico que persigue al club desde hace años, sin mirar banquillo, presidencia, ni siquiera Dirección Deportiva. Porque desde el año 2012 no consigue la victoria el Sevilla en los estadios más importantes del país -junto al del propio Sevilla-. A saber: Camp Nou, Bernabéu, Mestalla, San Mamés y ahora Wanda.
