Cuando Joaquín Correa marcó el segundo local, de cabeza tras un saque de esquina de Sarabia, lo celebró tímidamente, y casi de inmediato pidió perdón a la grada con un par de gestos claros. Muriel, desde el banquillo, se preguntaba enérgicamente y con gestos airados el porqué de ese perdón, en lugar de la celebración.
Reação de Muriel após ver Correa fazer gesto de perdão, para a torcida. ?
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— Sevillistas Brasil (@BRSevillistas) 11 de enero de 2018