«Después del entrenamiento, con la lesión me pongo un hielo en el tobillo y voy al hospital con nuestros doctores. El doctor me dijo que podía jugar mañana o que no podría jugar en tres o cuatro semanas. Antes del partido, por la mañana, probé en el campo. En ese momento no tenía mucho dolor». Además, reconoció que la victoria en el derbi, el que jugó a pesar de las molestias, fue muy especial: «Muy feliz y muy contento. Para mí fue la primera vez que ganamos en el Benito Villamarín».