En un equipo de fútbol, para que sea reconocible, la figura del primer central es primordial. Una figura que debe estar definida, que rezuma liderazgo, seguridad, solvencia, contundencia… y todos los valores de índole tanto futbolística como psicológica (en este puesto sí es primordial) que son imprescindibles para el que debe ser considerado el jefe de la defensa. El último encuentro en Getafe, aparte de los tres puntos, puede decirse que el único aspecto positivo que arrojó fue la constatación de que con Simon Kjaer el Sevilla puede haber encontrado definitivamente a ese jugador.
Ver Noticia[ad id=»88331″]