Con Juande Ramos en el banquillo, los sevillistas ganaron sus primeros ocho compromisos caseros de aquel inolvidable ejercicio: 4-0 al Levante, 3-2 al Real Betis, 1-0 al Getafe, 2-1 al Nástic de Tarragona, 2-0 a Osasuna, 3-0 al Valencia, 2-1 al Real Madrid y 4-0 al Deportivo. Los números dentro son para enmarcar. De hecho el conjunto entrenado por el de Pedro Muñoz llevaba a estas alturas once victorias en catorce comparecencias en casa. Ahora ya van diez. Tan solo una menos. De sombrerazo.