Si sólo se computaran los puntos en casa estaría el noveno. Con Julen, Nervión sí regala puntos. Sólo hay que repasar las estadísticas del Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán para comprobar el tremendo bajón en un valor que va casi en el ADN del club: su fortaleza en casa. El equipo de Lopetegui apenas ha ganado cinco partidos de los once que ha disputado. En el siglo XXI sólo ha logrado menos victorias en Nervión el Sevilla en una ocasión, en la muy lejana campaña 2002-03. Aquel equipo de Joaquín Caparrós era un superviviente, un equipo de transición tras el que ascendió de Segunda División en la primavera de 2001. El modelo de dominio del partido le está dando muchos réditos a domicilio, pero el panorama cambia en casa, cuando debe arriesgar más. De paso, ese fútbol empieza a hastiar a los aficionados que acuden al estadio, que ven ganar a su equipo más fuera que en casa.