El colegiado Estrada Fernández y uno de sus asistentes se convirtieron en desgraciados protagonistas del derbi tras pitar como fuera de juego y anular un gol legal de Álex Alegría, ya en el segundo acto y sólo dos minutos después del tanto que adelantó al Sevilla. La errónea decisión marcó el resultado y la actuación final del trío arbitral, los cuales estuvieron, por momentos, superados por la intensidad; y aunque no fallaron en muchas jugadas claves más, sí erraron, en ésta el colegiado, a la hora de mostrar amarillas.
