Fue en la temporada 2013-14, cuando el Almería, entonces en la Primera división, le dio la oportunidad al delantero de jugar en la máxima categoría en España. Tras hacer un gran Mundial sub 20 en Turquía, recibió la llamada de Francisco, un entrenador que muy pronto se enamoró de su juego. «Se vio que era distinto a todo. No teníamos a un jugador con sus condiciones. Nada más verle tocar el balón te dabas cuenta de que era un futbolista de muchísima calidad. Tenía las cosas típicas de la inexperiencia, pero las fue puliendo poco a poco. Vino siendo prácticamente un niño y yo creo que se fue como un jugador hecho. Me da mucha alegría que pueda jugar en el Sevilla», subrayó en un primer momento.