El que acuñase aquello de Manolo Emery tuvo días más felices, sin duda. Si ya en el Valencia el técnico de Fuenterrabía ofreció pistas de ser atrevido en sus planteamientos, en el Sevilla se ha revelado como un entrenador valiente al máximo, incluso con un punto de osadía en sus planteamientos. El que puso en práctica frente al Getafe es el ejemplo perfecto. Emery cubrió la baja de Iborra con Gameiro, 4-2-4 al canto, con M’Bia como supuesto sotén del mediocampo junto a Rakitic, y grandes dosis de talento desparramadas por el césped. Juntar al suizo con gente como Reyes, Vitolo, Bacca y Gameiro tiene que salir bien por fuerza.