Como hace dos temporadas, el dorsal 16, de tan profundo significado en el Sevilla Fútbol Club, puede quedarse sin dueño. A falta de tres días para el cierre del mercado, está libre, al igual que el dorsal 3. Y, salvo sorpresa de última hora, se quedará sin uso, lo cual es una dura paradoja en un club que tanto presume de cantera, porque puede hacerlo, y que tanto honra su pasado, porque quiere y debe. Si se confirma, será un vacío sintomático.