El rush final aún queda lejos, pero el Sevilla no tiene demasiado margen para cometer errores. Su derrota en el Santiago Bernabéu puso fin a la buena racha en Liga con Unai Emery. No era ésa, como bien dice el técnico vasco, la guerra del Sevilla pero sí debió ofrecer allí una imagen mucho más acorde con lo que se espera de él. Por ello, y sobre todo porque hacen falta puntos, la visita del Deportivo, un equipo considerado hermano por las buenas relaciones entre clubes y aficiones, obliga a dar la cara y regresar al buen camino.