El Sevilla de la última década larga, el de los grandes éxitos y los títulos, tanto nacionales como europeos, siempre ha tenido plantillas con muchos internacionales. Cada vez que llegaba un parón, el entrenador de turno tenía que dirigir sesiones que completaba con jugadores del filial por la ausencia de entre ocho o diez internacionales. Alguna vez incluso más incluyendo a los sub 21. Sin embargo, se da la paradoja de que este Sevilla que presume de líder de Primera División en el segundo parón del curso apenas ha visto cómo se marchaban con sus respectivas selecciones cinco jugadores. A saber: Vaclik, Kjaer, Franco Vázquez, Quincy Promes y Andre Silva, que ayer despuntó con otro gol ante Polonia. Curiosamente, al Barcelona, segundo en la tabla y que recibirá al Sevilla tras el parón con el ansia de romper su racha de cuatro partidos sin ganar para arrebatarle el liderato, le pasa igual.