Aquel 6-4 le trae a Jorge Sampaoli buenos recuerdos: «Fue un partido frenético, electrizante, de los mejores del equipo. Recibimos cuatro goles, sí, pero fue por fallos puntuales nuestros. El volumen de ataque nuestro fue algo inolvidable y ojalá que podamos hacer un partido de esas características ante un buen rival como el Espanyol».