No hay posible vuelta atrás en el cambio de entrenador del Sevilla por mucho que se dilate la definitiva rescisión del contrato de Unai Emery. Con Sampaoli y su cuerpo técnico, en el que Juan Manuel Lillo y Jorge Desio son las figuras destacadas pero no las únicas, está todo cerrado. Al preacuerdo sólo le falta la firma de las partes en un contrato laboral. En el peor de los casos, que Blanc se enquistara en su postura y el PSG no pudiese firmar a Emery, el Sevilla haría prevalecer el documento que envió a través de sus abogados para rescindir su contrato y darle oficialidad al de Sampaoli.