El esfuerzo tremendo del jueves en Mönchengladbach. La baja de Carriço unida a la de Pareja. La escasa confianza en Arribas como cuarto central. La ausencia de recambios de garantías para Banega en los partidos de alto nivel… Muchos son los factores que arrastraba el Sevilla para afrontar un partido de máxima competición ante el vigente campeón de Liga, por mucho que el Atlético de Madrid también tenga sus problemas y también jugara en Europa esta semana. El equipo de Unai Emery compitió como nunca con un grande, que amenazaba con derrumbar la imbatibilidad de Nervión. Pero se quedó con el sabor agridulce de saber que perdió una gran ocasión para evitar que el Valencia cogiera más ventaja. A siete puntos está ya.