Ramí se tenía que retirar en el tramo final del partido en Basilea y parecía en ese momento que era baja segura para el próximo domingo en Madrid, en la final de Copa frente al Barcelona. Pero no es así. «Es sólo una contractura y era imposible moverme. Era mejor salir pero necesitábamos gente de refresco. Pero no tengo una lesión de gravedad. Podré jugar la final.