En una ciudad como Sevilla, la importancia del derbi hace que los aficionados lleven incluso mejor que los profesionales la cuenta de las tarjetas amarillas que acumulan sus estrellas. Y en esta semana el nombre de Rakitic ha sido noticia por este asunto. Muchos daban por hecho que el suizo-croata forzaría la quinta amonestación ante el Celta para cumplir el ciclo ante el Espanyol y llegar limpio al choque ante el Betis, un duelo que paraliza la ciudad dos veces por año.