Nadie duda del legado de José Mourinho. El entrenador luso ha ganado en casi todas partes donde ha estado y, obviamente, hay razones para que siga estando tan solicitado a pesar de su estilo poco convencional. Condujo al Oporto a varios títulos consecutivos en la máxima categoría portuguesa desde 2002 hasta 2004. Ha trabajado en dos períodos diferentes para el Chelsea inglés, durante los cuales ha ayudado a los Blues a hacerse con un total de tres títulos de la Premier League. El Inter de Milán ganó dos títulos consecutivos de la Serie A bajo su batuta, desde 2008 hasta 2010, y se hizo con la Liga entrenando al Real Madrid en 2011-12.
No obstante, la estancia en su club actual ha sido un poco más difícil de lo que muchos auguraban. Mourinho fue despedido sin contemplaciones por el Chelsea a mediados de la campaña 2015-16, antes de que llegara a un acuerdo para entrenar al Manchester United tan solo unos meses después. Logró llevar a los Demonios Rojos a una victoria en la League Cup y en la Europa League durante su primera temporada en Old Trafford, pero hasta ahora se le ha resistido un título de la Premier.
A la temporada le queda aún mucho por delante, pero al menos de momento parece que el United va a ser mero espectador en la carrera por el título de este año. El equipo ha cedido varios puntos ante conjuntos de menor calado al comienzo de la temporada y, llegados a este punto, los Diablos Rojos necesitarían enlazar una racha milagrosa para dar caza a equipos como el Manchester City, el Liverpool, el Chelsea o el Arsenal. La mayoría de los sitio de apuestas en Internet recomendados han dado por perdida cualquier esperanza de que el United se alce con el título.
Por otra parte, Mourinho también se ha enfrentado a varios de sus propios jugadores esta temporada. En particular, se encaró con Paul Pogba, campeón de la Copa del Mundo, en una disputa que culminó con Mourinho despojando a Pogba de su rango de segundo capitán. Pogba ha jugado bastante bien esta temporada, desde que regresara de ganar la Copa del Mundo con Francia en el verano, pero parece evidente que ha sido una decepción desde que se convirtiera en el primer gran fichaje de Mourinho en el United en el verano de 2016.
Con la paciencia de los jugadores probablemente menguando y los Diablos Rojos aún dejándose puntos por el camino, ¿puede que esté tocando a su fin la estancia de Mourinho en Old Trafford? Los mandamases del equipo afirman respaldarle, pero los seguidores del United están acostumbrados a ganar trofeos, y estos han sido difíciles de conseguir desde que contrataron a Mourinho. A menos que el equipo dé un cambio increíble durante los próximos meses, esta va a ser seguramente la última campaña del entrenador del Manchester.
Si finalmente deja el United, ¿podría ser viable un regreso al Real Madrid? Los campeones de Europa de las tres últimas ediciones están en crisis en este arranque de temporada y el club parece estar ya considerando un cambio de entrenador. Julen Lopetegui no ha logrado reeditar los éxitos de su predecesor, Zinedine Zidane, y la paciencia seguramente esté a punto de agotarse en el Bernabéu.
No obstante, la carrera por el título en la máxima categoría española está lejos de decidirse. Los equipos de la parte superior de la tabla no han logrado separarse del resto, como sí han hecho en la Premier League. Sabemos que el Madrid no carece de talento y se trata de un equipo muy capaz de remontar situaciones adversas, pero no puede permitirse seguir cediendo puntos.
Si Lopetegui resulta finalmente relegado de funciones, seguramente tenga mucho sentido dar una nueva oportunidad a Mourinho en el Real Madrid. El estilo más pasivo de Lopetegui, obviamente, no ha calado en sus jugadores y el equipo no parece hallar aún su identidad. En este punto, está bastante claro que Lopetegui no es el hombre adecuado para el puesto y el Madrid haría bien en traer a un entrenador con una actitud más apasionada. Es bien sabido que a Florentino Pérez no le temblaría el pulso ante un cambio fulminante de entrenador, de modo que podría saltar la noticia en cualquier momento.
No hay entrenador en el mundo que se adapte mejor a ese talante apasionado que José Mourinho. Aunque su primera etapa en el Bernabéu fue un tanto turbulenta (se dice que tuvo enfrentamientos con jugadores importantes como Sergio Ramos, entre otros), ha quedado claro que el Real Madrid necesita algún cambio si pretende competir por un cuarto título consecutivo en la Liga de Campeones.
Las cosas empezaron a torcerse para Lopetegui y el Madrid con el severo castigo, 3-0, que el Sevilla les infligió a finales de septiembre. Ese partido dio comienzo a una larga serie de resultados decepcionantes de los merengues y, en la situación actual, no solo corren el riesgo de fracasar en la Liga, sino que el pase en su propio grupo de la Liga de Campeones podría estar más difícil de lo que muchos esperaban.
Mourinho ha demostrado en el pasado que es capaz de rescatar equipos que se tambalean. Pocos creían que el Chelsea fuera candidato al título cuando regresó a Stamford Bridge para la campaña 2014-15, pero llegó este entrenador y condujo a los Blues a una actuación histórica en la Premier League. Cierto es que el clima se agrió después de esa primera temporada, pero Mourinho demostró entonces que es la persona adecuada para recuperar a un equipo al borde del colapso. El hecho de tener la humildad de volver a un club que lo había despedido en su día, ya demostró que incluso Mourinho acepta sus fracasos de vez en cuando.
José Mourinho no es el hombre adecuado para el Manchester United, pero es justo lo que el Real Madrid anda buscando en un entrenador.
