La tarde del lunes se antojó bastante ruidosa en los foros sevillistas a raíz de la venta de Quincy Promes al Ajax. El debate sobre el importe que abonarán los de Amsterdam para llevarse al jugador holandés del conjunto de Nervión levantó cierta polémica, al entender que las cifras han estado por debajo de lo que muchos hubieran deseado. En el Sevilla sabían que la venta no iba a ser popular, más si cabe cuando se están pidiendo cifras altas por cualquier jugador. Lo cierto es que la marcha de Promes responde a un cúmulo de circunstancias pero, sobre todo, a uno primordial: la necesidad de liberar masa salarial en el plantel. Y es que Promes llegó con un sobreprecio evidente, al menos el Sevilla se ha guardado un porcentaje de una futura venta.