No hay más. A las 21.30, y 105 minutos después (con el descanso incluido, siempre y cuando no sea necesario llegar a la prórroga) se conocerá qué Sevilla vive y disfruta (o malvive y sufre) en la temporada 2017-18. El de esta noche es el partido de la temporada: todo o nada. De poder jugar una final y levantar la ilusión del sevillismo a caer en semifinales frente a un Leganés al que ya hubo que destronar de sus sueños en el partido de ida. Es demasiada la diferencia. Fútbol en estado puro. Del jolgorio a la tristeza. De las vibraciones de la emoción a la tragedia del derrotado.