Ya se sabe que el Sevilla ha crecido gracias a su política de vender lo mejor de su plantilla para aumentar la calidad media de esta, pero en algún momento tendría que plantearse una política parecida a la del Atlético de fidelizar a los jugadores y no convertir en bucle la búsqueda del plantel ideal. Un gran pacto con la afición sería garantizar la permanencia de Diego Carlos. Seguro que, a diferencia del otro, nadie se quejaría.