Si finalmente Vitolo defiende hoy la camiseta de Las Palmas sobre la hierba del Ramón Sánchez-Pizjuán, recibirá una de las mayores pitadas escuchadas en Nervión. El caso del jugador canario es uno de tantos, aunque éste más, de futbolistas queridos cuando estaban en el Sevilla y repudiados hasta límites insospechados cuando se marchan a otras latitudes. En este particular escalafón, Vitolo y Sergio Ramos, en el orden que prefieran, ocupan los primeros puestos:
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