También las televisiones fueron un condicionante esencial, como pudimos comprobar por nosotros mismos al asignarnos automáticamente el grupo D, porque el Dinamo de Kiev sólo podía ir al grupo G al estar ya el Shahktar en el grupo A. Quizás ese fue el único momento en el que el azar no nos acompañó; y es que si Puyol hubiera sacado antes nuestra bolita…
En cualquier caso, todo esto demuestra que la suerte, a pesar de ser un factor importante a la hora del sorteo, se diluye entre tantas restricciones y da paso a la probabilidad, que tarde o temprano acaba imponiendo su ley…
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