“No me dijo nada, lo interpretó bien, fuimos cara a cara y luego cayó al suelo. Pensaba que el jugador inglés era más duro que eso, él fue el que vino a mi cara, y luego fue al suelo. No lo toqué, no hice nada con la cabeza, se fue al suelo y el árbitro nos enseño una tarjeta amarilla”, explicó en zona mixta. «Me encantaría hablar con él, pero hay demasiadas cámaras, demasiada seguridad, y tengo que pensar en el próximo año y no llevarme una gran sanción. No estamos jugando en la misma liga por lo que será difícil para mí volver a encontrarme con él, ya no importa».
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