Gameiro quería ser importante con su selección y para ello salió del PSG con destino a Nervión; un objetivo que, tras 67 goles y 17 asistencias como sevillista, rozó con los dedos sin conseguirlo, quedándose en puertas de la pasada Eurocopa de Francia tras haber entrado a última hora en una lista ‘B’ como teórico recambio en caso de lesión de un compañero. Un anhelo que, a su juicio, era mucho más fácil conseguir como colchonero, jugando al lado de Griezmann, al que tiene bien atado Deschamps, seleccionador francés.