Monchi puede tener sus horas contadas en el Sevilla o salir de la temporada más reforzado que nunca, cualquiera sabe. Sabido es que el presidente, cuando huele clima crítico hacia una figura clave para su estabilidad, se revuelve furioso y defiende a muerte a los suyos. No obstante, nadie puede asegurar a estas alturas que el de San Fernando vaya a seguir.