Ese maquillaje, ese mérito de Caparrós, no debe tapar la realidad del club, que no es otra que la necesidad de tomar decisiones inmediatas. Ya va tarde, mucho, en la elección del director deportivo y, por consiguiente, en la del entrenador y la conformación de la plantilla. Es decir, no hay tiempo para descansar. La entidad, con José Castro a la cabeza, debe dejar todo cerrado en esta semana.