Mucho se ha especulado sobre por qué Quique Sánchez Flores no había fichado antes por el Sevilla Fútbol Club. La salida de José Luis Mendilibar, trágica para todas las partes, supuso la llegada de Diego Alonso y, como ya es de sobra conocido, un fracaso estrepitoso.
Según informa Alonso Rivero en ‘Relevo’, el madrileño nunca fue una opción en el momento en el que se contrata al técnico uruguayo.
La idea de la cúpula sevillista era «buscar a un entrenador rupturista, más desconocido en nuestra Liga y que tenga hambre por crecer en el club». La elección estuvo entre Alonso y Vitor Pereira, y todos sabemos cómo terminó.
La situación se tornó crítica, y el Consejo de Dirección del club tuvo que tomar medidas drásticas. El charrúa fue despedido, y ya se estaba trabajando para encontrar «un entrenador con experiencia en LaLiga, que hubiera trabajado en grandes clubes y que también hubiera trabajado en situaciones difíciles».
Fue ahí cuando apareció el nombre de Quique Sánchez Flores sobre la mesa. El madrileño aceptó el reto de entrenar a un club con el que lo unen lazos sentimientales y, de momento, ha comenzado con buen pie.