Lo mejor: La habitual solidez defensiva, el fortísimo centro del campo, el aparente convencimiento de los jugadores en la propuesta de Lopetegui y las muchas variantes de que dispone el técnico ante la ausencia de racha de lesiones tan extraordinarias como en otros años. Diego Carlos, Fernando y Ocampos, las caras de la nueva columna vertebral.
Lo peor: Le cuesta cerrar los partidos cuando se pone ganando, sobre todo por la falta de puntería. Llega mucho al área rival pero con pocos efectivos y efectividad. La banda izquierda sufre en tareas defensivas. Ningún delantero centro está a un gran nivel. La negra tarde de Eibar, el único borrón gordo.