Uno fue el regreso de Monchi en marzo como director general deportivo y otro fue el fallecimiento en trágico accidente de tráfico de José Antonio Reyes el primer día de junio, mito, leyenda y santo y seña de la cantera nervionense, un jugador cuya marcha dejó un vacío importante en el corazón de todos los sevillistas. La carrera por la compra de acciones de familias de sevillistas y máximos accionistas y la aparición en escena de ‘Sevillistas Unidos 2020’. Caparrós anunciaba en vísperas de un derbi que sufría leucemia crónica, aunque controlada, por lo que se veía con fuerzas para seguir al frente del equipo y tratar de reconducir una temporada que se había torcido seriamente. El regreso de Monchi al mando de las operaciones, aparte de la elección de Lopetegui como técnico, trajo otra revolución en fichajes, hasta un total de 13 incorporaciones en verano que cambiaron como un calcetín la plantillas. El fin de las hostilidades entre las dos grandes facciones del sevillismo enfrentadas, la familia Del Nido y el grupo que mantenía a Castro en la presidencia con las acciones del grupo Carrión y Roberto Alés (otra gran pérdida en 2019 que entristeció al sevillismo en febrero) fue una gran noticia en vísperas de la última Junta General de Accionistas. El club celebró como si se tratase de un nuevo título para las vitrinas del Sánchez-Pizjuán la elección del estadio sevillista por parte de la UEFA como sede de la final de la Europa League de 2021.