Los ingresos ordinarios (derechos televisivos, ingresos por competición, abonos y taquillaje, patrocinadores…) ascenderán aproximadamente a 85 ó 90 millones de euros, una cifra similar a la del pasado curso. Y siguiendo su inalterable y exitoso modelo de gestión necesitará unos 60 millones de euros más de plusvalías por traspasos para poder invertir unos 150 millones en la nueva plantilla. Y no todas las ventas garantizan que lo ingresado repercuta positivamente en la cuenta de haberes. Los casos de Ben Yedder y Sarabia están en las antípodas de otros futbolistas cuyas ventas, aparentemente suculentas, apenas repercutirían en los beneficios para poder invertir: Muriel, Promes, Kjaer, Arana, Amadou… Sí tendrían una repercusión más positiva futbolistas como Sergio Rico, por su escasísimo coste como canterano, o Franco Vázquez, con una cotización de mercado que sí permitiría enjugar su amortización y generar plusvalía.