Los clubes de fútbol hace tiempo ya que adquirieron una dimensión que trasciende más allá de lo meramente futbolístico. Evidentemente, su actividad principal es esa, formar jugadores y lograr éxitos deportivos, que indudablemente repercuten en beneficios económicos. Un buen ejemplo de ello es el Sevilla, que en pocos años ha pasado a ser una entidad que maneja presupuestos de 200 millones de euros. Pero, como decíamos, el ser sociedades que mueven tantos recursos económicos, humanos y sociales, hace que las mismas tengan mucha importancia en la vida cotidiana de la ciudad. En el Sevilla hace tiempo que se dieron cuenta de ello, de la impagable labor que pueden desarrollar más allá del fútbol, y pusieron en marcha una Fundación que, no por trabajar con menos repercusión mediática que la parte deportiva, deja de tener menos importancia.
