Joaquín Caparrós ya ha pasado página. Lo hizo desde el día que conoció la enfermedad crónica que padece (leucemia). Le dijeron que podía hacer vida normal y eso hará. Su vida es el fútbol y el Sevilla. Y por esto se le pudo ver este lunes incluso más bromista de lo habitual, como afianzando con hechos esas palabras que pronunció tras la victoria en Valladolid, en la que anunciaba su enfermedad, al mismo tiempo que zanjaba el tema de cara al futuro. Esa sangre roja, mezclada con blanca por culpa de la leucemia, se ha vuelto a transformar únicamente en roja. De color más intenso si cabe. Carmesí. Esa que le «hierve» al utrerano, más aún cuando se avecina un derbi en Nervión.