No para el fútbol estos días para el Sevilla de Lopetegui. Apenas sin tiempo para haber saboreado la victoria lograda el domingo ante el Getafe, el calendario le ofrece a los sevillistas una nueva prueba exigente que sigue midiendo la solidez y fiabilidad de un equipo que lleva tres victorias consecutivas que han insuflado aún más confianza a sus aficionados, conscientes cada vez más de que su equipo puede darles alegrías este año si no varían el plan trazado desde el inicio por el preparador vasco. Son siete años ya sin vencer en territorio valenciano, uno de esos grandes escenarios donde el conjunto sevillista da la de cal habitualmente, como demuestran los datos sobre los puntos obtenidos en los recintos de los grandes en las últimas campañas. Es uno de esos feudos habitualmente hostil en el terreno de juego, y también en la grada.
