En campos como el José Zorrilla es donde los grandes equipos abrazan sus grandes objetivos. Escenarios fríos, duros. Citas sin frac en las que el anfitrión espera bajo la piel de cordero. Sin regalar nada. Nunca lo hace. De la dificultad del feudo pucelano bien sabe históricamente un Sevilla que necesita seguir llenando de puntos sus alforjas para asentarse cada vez más en la zona Champions. Y es que los de Nervión sólo han sido capaces de conquistar una vez el estadio blanquivioleta en lo que va de siglo. Sobran más conjeturas.