Que en los últimos años los derbis sevillanos están transcurriendo por cauces mucho más sosegados, es una realidad que no escapa a nadie. Sin duda, el punto de inflexión que supuso el fallecimiento de Antonio Puerta en agosto de 2007 ha sido fundamental para que dicho espíritu de respeto y convivencia se haya mantenido a lo largo de este tiempo. Sin embargo, tampoco hay que menospreciar el papel que ambas directivas han jugado recientemente. La relación de normalidad que guardan los mandamases de Sevilla y Betis dista mucho de aquel clima de crispación que no hace mucho tiempo enrarecía el ambiente de estos encuentros.