Al Sevilla se le abre un mundo de potencial económico que puede significar el crecimiento definitivo de una entidad que lleva más de una década compitiendo en Europa de manera ininterrumpida. Mientras la afición -como es normal- prefiere y demanda títulos, los gestores del club siempre hablaron de la importancia de entrar en la Champions League, un exclusivo club en el que permanecer dos o tres temporadas supone disparar el presupuesto, mantener a los mejores jugadores y poder optar a fichajes de renombre.