Así que se verá a un Sevilla atrevido, valiente. A un equipo que intente jugar en el campo del Real Madrid con una presión asfixiante para así tener el mayor porcentaje de la posesión. Y será un Sevilla diferente a lo que acostumbra. No sólo porque no esperará atrás para hacer daño a la contra, principal seña de identidad con Unai Emery, sino porque pueden faltar algunos de lo que todavía permanecen en la plantilla y el año pasado eran pesos pesados. Porque si Sampaoli no cambia mucho de idea, el sistema será un 4-3-3 y en él faltaría gente como Rami o Vitolo. El técnico quiere jugar con los que viene ensayando y han tenido más entrenamientos, así como con los jugadores que han rendido mejor durante esta pretemporada.
