El de hoy es un partido especial para Unai Emery, pero también para Manolo Jiménez. Es la primera vez que se sienta en el banquillo del visitante, ya que la pasada Liga (3-0) cumplió sanción. El entrenador del Zaragoza tendrá que dominar sus emociones para preparar el segundo round de una eliminatoria que ve «al cincuenta por ciento». «Vamos a intentar pasar la eliminatoria porque sería muy bonito lograrlo, pero está difícil», reflexionó el de Arahal antes de partir con la expedición mañana hasta la tierra de sus raíces.