En el fútbol sólo importa el presente. De la noche a la mañana, las cosas pueden cambiar del color blanco al negro sin necesidad de hacer escala en el gris. Y ésa es justo la situación por la que está pasando actualmente el sevillista Jairo Samperio, cuya repentina desaparición de los planes de Emery comienza a ser cuanto menos llamativa. El cántabro sólo suma 18 minutos de juego entre los tres últimos partidos. Fueron los que disputó el 21 de diciembre en El Madrigal, ante el Villarreal. Una semana antes se quedó todo el partido frente al Athletic en el banquillo y lo mismo ocurrió la pasada jornada, ante el Getafe. Por si no estaba del todo claro que ha pasado a un segundo plano tras las recuperaciones de José Antonio Reyes y de Marko Marin, ayer el de Cabezón de la Sal se quedó fuera de la convocatoria para viajar a Elche.