El lunar del dibujo blanquirrojo, la presión a la que es sometido en la salida del balón. Kranevitter, primero, y N’Zonzi, en la segunda mitad, tuvieron pérdidas de balón en zonas muy comprometidas, al igual que Escudero y Kolodziejczak en alguna ocasión, quedando la zaga vendida. Ése es el talón que Aquiles que Sampaoli tendrá que corregir a sus pupilos en los próximos encuentros amistosos. Sobre todo, porque la distancia entre la línea de la defensa y el centro del campo, como se ha demostrado en estos dos partidos, es muy grande y la presión del rival casi siempre surte efecto. A partir de ahí, si el Sevilla, con transiciones rápidas, encara portería, aparece la pegada y la calidad que tienen los hombres de arriba.
