– ¿Quiénes son los líderes del vestuario?
– Hay muchos. Siempre hablan Banega, Escudero, Navas, Kjaer… Cuando llegué, era difícil para mí, al no dominar el idioma, pero hoy ya lo disfruto.
– En enero se habló de la posibilidad de que regresase a Francia…
– Sí. No era mi deseo. No me veía saliendo después de cuatro meses, cuando sentía que me estaba adaptando bien. No tenía interés en volver, incluso si se hubiese podido concretar algo.
– ¿De verdad?
– Había muchos clubes franceses que me quería, pero el Sevilla no estaba muy decidido a dejarme ir.
– El jueves tenía usted otro partido importante… El disputado entre Rennes, su anterior club, y Betis, su máximo rival ahora.
– Iba al 100% con el Rennes.
– Si dice lo contrario, los aficionados del Sevilla no tardarán en hacerle la cruz…
– (Ríe). El Rennes hizo un buen partido. Desafortunadamente, es cierto que el Betis tiene un buen equipo. Se las arreglaron para empatar. La vuelta será complicada. El ambiente es fuerte, pero nunca se sabe.
– Imagino que entendió rápido la fuerte rivalidad que existe entre Sevilla y Betis.
– La rivalidad es muy fuerte. Es u derbi apasionado. Conocí la del Rennes y el Nantes en Francia, pero lo de aquí no tiene nada que ver. ¡No puedo ponerme nada verde para salir a comer o tomar algo a la calle! ¡No te puedes descuidar!